Un brindis sincero

    Llegadas estas entrañables fechas en las que solemos hacer balance de lo acontecido en nuestras vidas durante el año que se acaba y en las que la añoranza y la nostalgia se encuentran a flor de piel, como director de esta residencia de mayores y desde esta humilde página web, me gustaría realizar un brindis sincero que sirva de reconocimiento, agradecimiento y ponga en valor a todos aquéllos que voy a nombrar a continuación.

 

    Quiero brindar en primer lugar por aquéllos que nos han dejado durante este año: Isabel, Pepe Caraza, Pepe Oliva, etc. Con vuestro apoyo, sabiduría y experiencia; con vuestras críticas y halagos; con vuestras inolvidables palabras y consejos, conseguisteis mejorarnos a todos. Gracias por regalarnos los últimos años de vuestra existencia. Os echamos de menos… Siempre viviréis en nuestro recuerdo.

 

    En segundo lugar quiero alzar mi copa para recordar a aquéllos que aún siguen con nosotros, a todos aquéllos que hoy forman parte de la familia de “Cristo de la Salud”, como solemos llamar a nuestra residencia. Ellos y ellas que, por ser MAYORES, no han dejado de ser PERSONAS, y que tienen los mismos sentimientos, emociones e inquietudes que cualquiera de nosotros. Ellos y ellas que son y deben seguir siendo siempre nuestra motivación y la mejora de su bienestar la razón de nuestro trabajo. Gracias a todos por existir y formar parte de nuestras vidas.

 

    Por último, y no por ello menos importante, quiero agradecer y reconocer públicamente la labor y el trabajo que hacen día tras día, noche tras noche, mis compañeros y compañeras de “Cristo de la Salud”. Particularmente pienso que el alma de las cosas está en los detalles… Y sois vosotros, compañeros, los que con vuestras palabras, vuestros cuidados, vuestros besos y abrazos, vuestras caricias, vuestras risas y vuestras lágrimas, pequeños detalles que muchas veces pasan desapercibidos para la mayoría, ponéis el alma a este trabajo. Sois más que profesionales y vuestro valor es incalculable. Sé que no os doy las gracias las veces que os las merecéis, por lo que desde aquí quiero agradeceros de corazón vuestro trabajo, constancia, sacrificio, profesionalidad y calidad humana. Mi último brindis es para exaltar el orgullo y la admiración que siento por vosotros, compañer@s.

 

    Sin más, desearos a todos unas Felices Fiestas y un Próspero Año Nuevo!

 

JBR

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