Hay algo que no enseñan en las escuelas, en los institutos, ni en las universidades.
Algo que diferencia a una vivienda de un hogar y a un grupo de personas de una familia.
El calor humano.
En el caso de la tercera edad las relaciones sociales, el cariño y la cercanía se vuelven indispensables para mantener una buena calidad de vida, para tener apoyo, para sentirse queridos.
Aunque no aparezca en los libros de medicina, probablemente no hay pastilla mejor contra los efectos negativos del envejecimiento que alguien que se preocupe por ti, que un abrazo o que un simple gesto de cariño.
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cristina (sábado, 26 septiembre 2015 14:21)
Lo mejor de esta residencia sin duda es el personal tan humilde y cariñoso que tienen estos residentes sin duda se encuentran como en su casa.
Un saludo para todos.